domingo, 12 de octubre de 2014

Un, dos, tres...¡codillo crudo otra vez!

¡Se acabó! ¡Ya pueden guardar las pancartas, cancelar las entrevistas del canal cocina y dejar de alabar a Mr. Brownie! 

...¿Que por qué?...

Mr. Brownie, que se había convertido en "objeto de deseo" de lectores y lectoras del blog, tras el éxito de su "codillus interruptus", perdió su magia en el día de hoy...O dicho de otra forma: se nos acabó la paciencia a las, hasta ahora, dóciles comensales.

...pero déjenme que me desahogue, que sinó ni duermo:

todo comenzó cuando Mr. Brownie sentenció: ¡hoy me encargo yo de la comida, que hoy el carnicero me ha traído el codillo!

Yo pensé: genial, así me dedico a "mis cosas" y vuelvo a aparecer por la cocina cuando la comidita esté lista.

Pero pasaron DOS HORAS, y allí nadie gritaba eso de: "la comida está liiiiiiiista".

...Siguió pasando el tiempo, y allí: SILENCIO TOTAL...(¡Qué sospechoso! pensé yo).

...y entonces, me llegó un olor que me DESCONCERTÓ: ¡¡el codillo OLÍA A PESCADO!!
En aquel momento, pensé en mis queridos almidoneros, y en la gran responsabilidad que implica compartir una receta en mi blog ¡¿qué demonios era ese codillo con olor a pescado?! 

Si ya lo han adivinado, entonces son más ágiles de mente que yo.

...como les iba contando: decidí que era el momento de intervenir. Allá que me fui a la cocina. 

Me encontré a mi hija "Danzarina" (7 añitos), que había ido apuntando paso por paso e ingrediente por ingrediente lo que allí se cocía para que quedara un testimonio fehaciente de cómo cocinar un buen CODILLO BIS.

Hasta ahí, todo bien.

Pero entonces vi a Mr. Brownie con cara de CIRCUNSTANCIA mirando al codillo de reojo, mientras freía unos filetes de pescado recién descongelados en la sartén.

Cuando le miré al CODILLO BIS a la cara, mi primer pensamiento fue (y juro que no miento): ¡¡¡Esta vaca no se ha depilado las piernillas!!! Mi segundo pensamiento: ¡¡¡buajjjjj, qué asco, un codillo con PELOS!!! Mi tercer pensamiento: si tuviera un soplete de soldador, lo arreglaba...

Pero cuando intentamos cortar el codillo, se confirmaron nuestros peores temores: ¡aquel codillo estaba más crudo que los fiambres del CSI!

¿Solución? Almorzamos pescado.

¿Que si Mr. Brownie se atreverá con un TERCER intento?

...Pues a día de hoy no le veo muy entregado a la causa, pero por lo que pueda pasar, ya le he dicho que en tal caso, le encargue al carnicero un CODILLO DE ARDILLA, ¡que al menos saldrá guisado!

¡Buenas noches!

 (Adjunto foto del CODILLO PELUDO)




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